El lenguaje corporal, no muchas veces, sino todas las veces habla más fuerte que mil palabras. Es una de las formas de comunicación más eficaces y más contundentes que hay. El sistema físico (cuerpo), el sistema mental y el sistema emocional están estrechamente unidos y se afectan continuamente. Si el sistema emocional está triste, el sistema mental lo piensa y el sistema físico lo demuestra. Lo demuestra al mundo exterior a través del cuerpo, su postura y su actitud. Casi siempre los ojos pierden un poco de brillo, hay poca energía, poco movimiento y seguramente el cuerpo estará levemente inclinado hacia la derecha y la vista igualmente hacia abajo a la derecha. Esta es la lectura de alguien que está pasando por un momento triste o por una depresión. Es fácil de detectarla.
Lo mismo ocurre con los micropicores, constituyen la expresión de pensamientos que son globalmente de la misma naturaleza, porque todos están relacionados con el deseo de protegerse frente al interlocutor.
Estos micropicores (micro, porque solo duran un corto lapso de tiempo y no producen marcas visibles) son característicos de ciertos temores emocionales. Se trata de la manifestación física de una vigilancia emocional y constituyen las respuestas a la necesidad mal identificada de protegerse. El cerebro prepara a los músculos para que reaccionen. Los gestos que siguen son signos claros de que se ha levantado una barrera mental. Las personas mas intuitivas lo perciben muy bien, incluso aunque no sepan nada de comunicación no verbal ni de sinergologia.
El exterior del brazo pica. Desde el cortex insular al nervio axilar y al nervio radial, el mensaje paradójico produce micropicor. Este micropicor permite tanto dominarse psicologicamente a través del movimiento como preparar una respuesta refleja. En un movimiento breve podemos situar el brazo como si no pasara nada, señalando una protección entre nosotros y nuestro interlocutor. De hecho, todo esto es realmente inconsciente, pero el exterior del brazo "pica" sin otra razón aparente y continuamos en el intercambio comunicativo mientras nos rascamos el brazo. Este micropicor durará posiblemente menos de cinco segundos y no dejará huellas en el cuerpo
Cuando el antebrazo, gracias a los micropicores, sirve de barra protectora, como si se tratara de defenderse de un golpe, la situación es menos afectiva que cuando se trata del brazo. Lo sentimos de forma intuitiva, nos implicamos menos cuando tocamos a una persona con el antebrazo que si la abrazamos.
Si no me gusta escuchar lo que oigo pero tengo que disimular, me llevaré el dedo al oído porque me pica. Me gustaría taparme las orejas pero no puedo. En otros casos tengo que refrenar un impulso o me cuesta entender unos argumentos. Los micropicores aparecen con mucha frecuencia en el rostro pero también en otras partes del cuerpo como la pantorrilla, el tobillo, el muslo o el tronco.
Los micropicores son señales de lo que no dices:
Cuando mas grande es tu implicacion el micropicor se acerca mas a la nariz ya que la base de la nariz esta relacionada con la mentira.
Rascarse a axila o la mano podria ser idicador de inseguridad, pensar "no puedo hacer nada,lo siento mucho"
Rascarse debajo de la nariz podria ser indicador de "creo que me estas mintiendo o yo te estoy mintiendo"
Micropicor en la cara interna de la rodilla: "tengo muchas ganas de hacerlo pero no me atrevo
Micropicor relacionados con la ansiedad: Rascarse el cuello
Rascarse la cabeza: no se qque pensar
El vientre esta relacionado con el reconocimiento de uno mismo, por eso.
Rascarse el abdomen: Hazme caso, siento que no me escuchas
Rascarse el hombro, el glúteo o la pierna es que se quiere marchar
Cuando no quieres ver la realidad te rascas el ojo.
Micropicor que delatan agresividad: rascarse la base del cuello
Rascarse hacia afuera la frente: estas buscando una solución