Las personas que intentan suicidarse
suelen ser mal vistas y se les hace sentir avergonzadas. Las familias de los
que mueren por suicidio suelen sentir una gran responsabilidad – la gran
vergüenza del fracaso. No debiera haber vergüenza. El suicidio es el resultado
de un grave trauma psíquico, no es fácil ni es elegido voluntariamente por los
que lo intentan o lo realizan; tampoco es fácilmente previsto por amigos y
familia.
Veamos los factores subyacentes que
contribuyen a que una persona pueda contemplar suicidarse.
Factores clave detrás del riesgo de
suicidio.
1. Trastorno depresivo mayor.
El riesgo de suicidio de las personas con
Trastorno Depresivo Mayor es de unas 20 veces el de la población general. Los
individuos que tienen múltiples episodios de depresión tienen mayor riesgo de
suicidio que aquellos que solo han tenido un episodio.
El suicidio puede ser consumado en un acto
repentino y compulsivo o puede ser un evento cuidadosamente planeado.
Generalmente ocurre durante un episodio depresivo o mixto, pero algunas
personas con trastorno bipolar se matan accidentalmente o impulsivamente cuando
están psicóticos y en su fase maníaca.
Es muy importante que la familia comprenda
por lo que está pasando un familiar con depresión mayor. Las familias deben
informarse acerca de los síntomas de la depresión mayor para poder comprender,
tomar en consideración y posiblemente ayudar a su pariente enfermo.
La comunicación suele ser la clave. La
siguiente lista de síntomas le alertará sobre el inicio de un episodio de
depresión. De por sí, estos síntomas no indican un pensamiento suicida.
2. Graves oscilaciones del ánimo.
Las personas con trastorno bipolar que
experimentan graves oscilaciones del ánimo, que las pueden llevar desde una
depresión a una manía y devuelta, tienen alto riesgo de suicidio. No sólo
experimentan los síntomas de depresión descritos más arriba sino que también
manía. Los síntomas descritos le alertarán sobre si están experimentando
síntomas de depresión. Los síntomas descritos a continuación le alertarán
frente a los síntomas de manía. Estos síntomas por sí solos no necesariamente indican
riesgo de suicidio.
Síntomas característicos de manía, euforia
desproporcionada.
Las personas también reportan los
siguientes síntomas:
• Ánimo deprimido,
• Menos capacidad para tomar decisiones,
• Dolores y molestias físicas,
• Abatimiento,
• Falta de motivación,
• Tornarse retraído,
• Preocupación con pensamientos negativos,
• Auto culpa,
• Falta de credibilidad, de
responsabilidad,
• Beber excesivamente,
• Pensamientos confusos,
• Inquietud, agitación,
• Ansiedad,
• Miedos y fobias irracionales.
• Cambio observable en el patrón del
sueño,
• Cambio observable del apetito,
• Menor capacidad para experimentar
placer, por ejemplo pérdida de interés y placer en cosas que antes le
deleitaban,
• Sentimientos de falta de valía,
desesperanza, vacío, impotencia, desamparo,
• Culpa y auto culpabilidad inapropiadas
• Problemas con el pensamiento, con la concentración y la
atención,
• Pensamientos recurrentes de muerte o
suicidio,
• Pena y dolor abrumadores,
• Síntomas físicos, fatiga, pérdida de la
libido.
• Irritabilidad inapropiada,
• Severo insomnio,
• Nociones de grandiosidad,
• Hablar demasiado,
• Pensamientos inconexos y acelerados,
• Aumento de la libido,
• Marcado aumento de la energía,
• Discernimiento pobre,
• Fácil distracción, no puede concentrarse
bien,
• Juergas de gastos,
• Conducta social inapropiada,
• Ánimo eufórico,
• Conducta provocativa, impertinente,
agresiva,
• Falta de conocimiento de su condición,
falta de conciencia de enfermedad
3. Presencia de síntomas psicóticos.
Voces de comando (Órdenes).

Las voces son muy reales para las personas
y no son como cualquier pensamiento que pasa por nuestras mentes, sino más bien
como si alguien en la habitación te estuviera diciendo que hagas algo. Por
ejemplo, las voces pueden decirles que se tiren de tal o cual puente, con lo
que salvarán al mundo de la destrucción.
Estas voces son muy invasivas. Sin embargo
suelen poderse controlar con medicamentos antipsicóticos.
Dificultades en el pensamiento y en la
cognición.
Muchas personas no tienen conciencia de
tener psicosis y no tienen idea que su cognición puede estar alterada. Esta
falta de conciencia puede ser un factor protector contra el suicidio. Sin
embargo, cuando disminuyen los síntomas sicóticos y la persona no está en fase
aguda, puede que el suicidio actúe como un escape para una mente constantemente
confundida y padeciendo el dolor psíquico que muchas personas describen.
4. Susceptibilidad familiar o antecedentes
familiares.
Si otros miembros de la familia han
intentado suicidarse previamente o lo han logrado, esta acción puede parecer
una solución creíble a los problemas de la persona enferma.
Historia de impulsividad, agresividad y de
correr riesgos.
También se ha asociado la impulsividad a
la muerte por suicidio y es uno de los factores de riesgo más frecuentemente
implicados en la adopción de conductas de inadaptación tales como causarse
graves auto daños (Anestis, Selby, & Joiner, 2007). Sin embargo, investigaciones
recientes han demostrado que aunque la gente que intenta suicidarse tiende a ser
más impulsiva que los que no lo hacen, el acto mismo del suicidio no se realiza
de forma impulsiva. A pesar de estos hallazgos, desgraciadamente sigue
existiendo un fuerte concepto erróneo en relación a que la mayoría de los
suicidios, particularmente en adolescentes, son de tipo impulsivo y realizados
en el momento (e.g., Carey, 2008).
De acuerdo a otras investigaciones, la
ideación suicida puede de hecho estar ligada a personas con características de
personalidad impulsiva. Se habría encontrado una alta impulsividad en personas que
han tenido intentos previos de suicidio. Sin embargo, es difícil saber si las
personas actúan impulsivamente o si acaso han estado planeando un suicidio sin
dar indicio aparente a alguno de sus amigos y familiares.
Sólo por el hecho de que su pariente haya actuado impulsivamente
en otras áreas de su vida no significa necesariamente que vaya a actuar
impulsivamente con respecto a intentar suicidarse. Pareciera que no existe
evidencia definitiva de que el suicidio sea comúnmente resultado de la
agresividad, de tomar riesgos o de la impulsividad.
Ansiedad intensa habitual.
Todos nos ponemos ansiosos de vez en
cuando, especialmente ante la expectativa de nuevas experiencias, exámenes,
conocer a gente nueva. No obstante, la ansiedad intensa habitual es una experiencia
continua y exaltada de ansiedad que crea excesivo estrés en el individuo.
Subirse a un bus es un desafío difícil. Caminar por una calle llena de gente
puede ser igualmente estresante. Vivir la vida con ansiedad constante puede
provocar ideas de suicidio.
La ansiedad puede ser tratada con medicamentos que
pueden ser de gran ayuda para los afectados. Por tanto es importante obtener
tratamiento médico para ayudar a reducir estos síntomas acongojantes.
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